Empatía e Intuición en la Relación Médico Paciente
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Resumen
La empatía es una habilidad social que permite a una persona sentir las emociones de alguien más; se relaciona con la aptitud de imaginar o intuir lo que ese otro podría estar pensando o sintiendo, sin emitir juicios de valor o prejuicios. Es una virtud esencial en la práctica de la medicina que demanda una genuina vocación de servicio.
Este artículo aborda el estudio de la empatía y la intuición desde la perspectiva de la antropología, la mitología, la ética, la historia, la física y las neurociencias: la neurofisiología, la teoría de la mente, las neuronas espejo y las neuronas del corazón, a fin de promover en la comunidad médica el interés por el desarrollo de un abanico de posibilidades en competencias comunicativas, habilidades perceptuales, deliberación ética y toma de decisiones, en beneficio de la participación activa del enfermo y el logro de una curación más rápida y trascendental.
Se revisa el concepto de alteridad u otredad que resuelve el temor a sobre-involucrarse con la problemática del paciente al comprender que se trata precisamente de “otro”; asimismo, se expone la diferencia entre empatía, ecpatía y dispatía, diferentes conductas que pueden facilitar o perjudicar el proceso curativo.
Samuel Hahnemann nunca escribió acerca de la empatía o la intuición, pero en varios de sus escritos se vislumbra la importancia que le da a la observación cuidadosa, la perspicacia, la habilidad para hacer preguntas pertinentes y la trascendencia de abstenerse de emitir juicios de valor. La empatía y la intuición en el espacio terapéutico sólo se consiguen con una decidida voluntad y disponibilidad de tiempo para crear un campo de coherencia (lo que permite entrar en sintonía emocional) en el que el otro puede ser percibido a partir de su propia existencia.
Los médicos homeópatas deben comprometerse a descubrir y describir los problemas de salud del enfermo y su problemática emocional y, a menos que estén capacitados profesionalmente, no les corresponde interpretar síntomas, dar terapia o consejos, cuando mucho, orientación para que el enfermo rectifique aquellas conductas que impiden la curación y, en última instancia, logren un sentido de unidad y trascendencia; “los altos fines de la vida” de los que habló Hahnemann.
Abstract
Empathy is a social skill that allows a person to sense the emotions of someone else; all this together to the ability to figure or insight the thinking or sense of this such other, without issuing value judgments or prejudices. It is an essential virtue in the medical practice that demands a genuine service vocation.
This article approaches to the research of empathy and intuition from the perspective of anthropology, ethics, mythology, history, physics and neurosciences such as: neurophysiology, mind theory, mirror neurons and hearth neurons, to promote in the medical community the interest to develope a range of possibilities of communicative competences, perceptual skills, ethical deliberation and decision makings in the benefit of a more active participation of the patient and the accomplishment of a transcendental and faster healing.
It is also reviewed the concept of alterity or otherness, that solves the fear to get over involved with the patient problematic, with the understanding that is precisely “other”; furthermore, the difference among empathy, ecpathy and dispathy, different behaviors to ease or harm the healing process.
Samuel Hahnemann never wrote about empathy or intuition, but in some of his writings it can be perceived the importance of giving the carefully observation, the insight, the proficiency to make relevant questions and the transcendant avoidance of making value judgments.
Empathy and intiuition in the therapeutic space, just can be achieved with a decided volition and availability of time to create a coherence field, that allows to enter in emotional tuning, where the other can be perceived from its own existence.
Homeopathic doctors require to be committed to find out and to describe the health problems and emotional issues of the patient, but, at least they were professionaly trained, they are not corresponded to traduce the symptoms, give therapy or advices, at the most, guiding to redress the behaviors to impede healing and in the end of the day to achieve a sense of unity and transcendence, “The lofty Hahnemann’s existence goals”.